Con el enfriamiento la situación de aludes es favorable por la mañana en muchos lugares. A consecuencia del aumento de la temperatura diurna y la radiación solar, en el transcurso de la jornada son posibles de forma aislada purgas y avalanchas de nieve húmeda, incluso de tamaño mediano. Además son posibles avalanchas de deslizamiento basal de tamaño pequeño y, localmente, mediano.

Las capas débiles en la nieve antigua pueden ser desencadenadas aún de manera muy aislada en altitud. Estos últimos son de manera aislada de tamaño mediano.

Además del peligro de ser enterrado por un alud, se debe tener en cuenta también el peligro de ser arrastrado hacia una trampa del terreno. En particular en las laderas umbrías: Debido a la superficie dura del manto de nieve hay el peligro de resbalar y caer.