Lunes 30.01.2023
Publicado 29 01 2023, 17:00
Grados de peligro
2200m
Problema de Aludes
Placas de viento

2200m

Nieve húmeda

 

Nieve venteada y nieve húmeda son la principal fuente de peligro.
Las acumulaciones de nieve venteada pueden desencadenarse al paso de un solo montañero sobre todo en laderas muy inclinadas orientadas a este, sur y oeste por encima de los 2200 m aproximadamente. Los aludes aquí son a menudo de tamaño mediano. Los lugares peligrosos se encuentran especialmente cerca de cordales, en canales y cubetas.

Las capas débiles en la parte inferior del manto de nieve pueden ser desencadenadas aún de manera muy aislada en las laderas umbrías poco frecuentadas y con poco espesor de nieve.

Con la subida de la temperatura diurna y la radiación solar, son posibles avalanchas de nieve húmeda sin cohesión de tamaño pequeño y, localmente, mediano en todas las cotas. Los lugares peligrosos se encuentran en particular en las laderas solanas muy inclinadas. En las laderas herbosas muy inclinadas y en las laderas solanas, a partir de la mañana son posibles avalanchas de deslizamiento basal, incluso de tamaño mediano.
Las excursiones de montaña y las actividades fuera pista requieren experiencia en la evaluación del peligro de aludes.
Manto nivoso
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Viernes se han acumulado de 15 a 20 cm de nieve en todas las cotas, localmente más.
Con la nieve reciente y el viento de moderado a fuerte del cuadrante nordeste , se han formado placas de viento en algunos casos fácilmente desencadenables especialmente cerca de las cumbres.

En las capas profundas del manto de nieve hay capas débiles de cristales facetados en las laderas umbrías protegidas del viento. Los sonidos de "whumpf" y los tests de estabilidad indican la estructura desfavorable del manto de nieve en las laderas umbrías inclinadas.

Por encima del límite del bosque están presentes de 50 a 100 cm de nieve, localmente aún más. En cotas medias y altas los espesores de nieve varían mucho por la influencia del viento.
Tendencia
A consecuencia del aumento de la temperatura diurna y la radiación solar, ligero descenso del peligro de aludes.